domingo, 17 de agosto de 2008

Casa de la Ermita Blanco Dulce

Según winesfromspain, la web española de promoción del vino, la uva viognier es "una variedad autóctona del norte de las Côtes du Rhône, pero que todavía posee escasos adeptos entre los viticultores españoles. Sin embargo, su gran calidad y su adaptación a los parajes cálidos permite prever un progresivo aumento de su cultivo en España."
Eso es lo que han entendido en Jumilla, donde desde hace ya tiempo la bodega "Casa de la Ermita" lleva sacando vinos de este tipo de uva con gran éxito. Casa de la Ermita es una de las bodegas más odiadas de su denominación de origen. Y es que el mercado del vino ha evolucionado mucho.

Hasta los años 90, la mayor parte de la producción era comercializada a granel, o engarrafada. Las producciones eran mayores, porque primaba el trabajo del agricultor sobre el del enólogo. Cuantos más litros se producían, más litros se podían vender.

La internacionalización del mercado, junto con el cambio en los hábitos de consumos de los españoles (quienes ahora prefieren una botella de vino bueno a una garrafa de vino peleón), sumió a las bodegas en un profundo desconcierto, ya que las producciones se quedaban en bodega, sin vender, o no rentabilizaban la inversión.

La solución llegó por la excelencia. Los enólogos empezaron a controlar la producción, la calidad de los caldos creció exponencialmente, por lo que ahora era razonable cobrar un precio superior por el vino. Las bodegas que antes empezaron a embotellar vinos de calidad empezaron a ocupar el nuevo mercado.

Casa de la Ermita fue una de las pioneras en su Denominación de Origen. Eso hizo que tomara ventaja y fuese inmediatamente reconocida como la "representante"de su D.O. En todos los restaurantes donde se incluyen vinos de las DO´s españolas, no falta una referencia de Casa de la Ermita.

Ahora bien, cuando el resto de las bodegas empiezan a adoptar el nuevo ritmo, y se incorporan al nuevo mercado, Casa de la Ermita fue consciente de que los restaurantes de Galicia, Extremadura o Asturias eran reacios a incorporar más de una bodega de Jumilla en sus cartas. Se pueden incluir varios Riojas, Riberas del Duero o incluso Somontanos, pero fuera de Murcia el mercado impone que una sola referencia de Jumilla es más que suficiente. Y Casa de la Ermita quería ser esa referencia. ¿Cómo lo consigue? Lamentablemente, la calidad de los caldos es sólo una parte. La estrategia comercial también influye, y es ahí donde esta bodega recoge los odios de sus compañeras. Porque su agresividad comercial les lleva a "bloquear" la entrada de otros vinos de Jumilla en los mercados nacionales. Allí donde ven que alguna bodega les puede hacer sombre, intensifican sus acciones, llegando incluso a vender por debajo de coste. Eso es al menos lo que dicen, en voz baja, algunos de los bodegueros que se las han tenido que ver con Casa de la Ermita.

Sea o no verdad, la verdad es que Casa de la Ermita es una bodega realmente innovadora, y siempre atenta a cualquier iniciativa que pueda darles ventaja en los mercados. Llevan años elaborando vinos ecológicos, con creciente éxito en países como Alemania, que concede mucha importancia a este aspecto, y se preocupan siempre por probar uvas nuevas que puedan dar buen resultado, como la Viognier de este excelente vino.

Vista: Color pajizo verdoso, oro.
Olfato: En la nariz desarrolla notas de frutas mediterráneas, como melocotón, albaricoque, junto a otras tropicales, como piña, mango o maracuyá. También aparecen toques florales, como azahar y jazmín.
Gusto: Es armonioso, untoso, goloso, con un punto de dulzor justo para no ser empalagoso. Buen desarrollo de fruta blanca en confitura. Final muy largo.

martes, 22 de julio de 2008

PAR Naranja

Bollullos PAR del Condado, capital de la D.O. Condado de Huelva, es una tierra cercana a las marismas de Doñana. Sus vinos, en cambio, poco tienen que ver con sus vecinos de Sanlúcar de Barrameda, o incluso Jerez, entre otros motivos porque a ellos no les llega el aire de la Bahía de Cádiz, responsable principal del velo de flor fundamental en la elaboración de manzanillas y jereces. Optan, por tanto, por la elaboración de blancos jóvenes y frescos, que puedan acompañar con elegancia tanto a la gamba de Huelva, como al atún de almadraba de Barbate, y por vinos dulces, aprovechando el sistema de pasificación por soleado (es decir, secando las uvas al sol, algo que por la zona no falta). Al dejar que la uva se pase, se consigue aumentar la cantidad de azúcar por gramo de uva, y elaborar así un vino dulce de forma natural.
También elaboran vinos olorosos y generosos, como los Condado Pálido y Condado Viejo, de los que hablaremos otro día. Hoy toca hablar del PAR Naranja.

Uno de los frutales que más se han plantado por toda la zona oeste de Andalucía (Sevilla, Cádiz y Huelva), ha sido el naranjo, que podemos apreciar como árbol de ornamentación en muchas de las calles de los pueblos, aunque se trate de una variedad cuyo fruto no es comestible: el naranjo salvaje.

En Bollulos tuvieron la ocurrencia de secar las cáscaras de esas naranjas al sol, y añadirlas al vino dulce durante el proceso de maceración, de tal forma que el resultado es el cada día más famoso vino naranja, o vino de naranja: un vino dulce, de uva Zalema generalmente (aunque también hay alguno de Pedro Ximénez), macerado con las cáscaras de la naranja amarga y envejecido en barricas de roble mediante el método tradicional de criaderas y soleras.

Hay distintas marcas de vino de naranja, pero la más reconocida, sin duda es el PAR Naranja de Bodegas Iglesias, uno de los elaboradores más comprometidos con su trabajo y de más proyección internacional, no en vino sus vinos se venden en más de cuarenta países por todo el mundo. ¿El precio? unos 14,20 euros la botella de medio litro, un precio más que competitivo para un vino único en su especie, puesto que no hay constancia de su elaboración en ninguna otra parte del mundo. En cuanto a sugerencias de degustación, muchos hablan de él como vino de postre acompañando al chocolate, que es quizás el maridaje más evidente, aunque desde bodegas Iglesias los recomiendan como aperitivo con jamón de pato o de cerdo ibérico. Yo recomiendo un buen jamón de pato.

domingo, 8 de junio de 2008

Palo Cortado Viejo de Bodegas Hidalgo - La Gitana

La bodega Hidalgo, de Sanlúcar de Barrameda, es una de las de más tradición de toda España. Una de las historias que cuentan es que durante la Guerra de los 100 años, entre Francia e Inglaterra, servían el mismo Pedro Ximénez a unas tropas y otras. Para los ingleses lo etiquetaban con el nombre de Wellington, y para los franceses lo vendían con el nombre de Pedro Ximénez Napoleón. Lo comentan con sorna, diciendo: "Bueno, para una vez que los españoles podemos sacar partido, olé nosotros..."

Luis Hidalgo, actual dueño de la bodega, es un activista en pro de la defensa del Parque Nacional de Doñana. Es para apoyar esta causa por lo que ha decidido vender el Palo Cortado Viejo, un vino que ronda los 50 euros por botella y cuyos beneficios van destinados a colaborar con la conservación del parque.

¿De dónde sale este vino? Desde la primera generación de dueños de la bodega, las barricas que contenían el Palo Cortado de mejor calidad eran apartadas y reservadas para la colección particular de la familia, como legado a las generaciones posteriores. Así durante más de 200 años. Ahora Luis Hidalgo embotella este vino que había servido únicamente para deleite de la familia, tan sólo por este motivo...aunque, de paso, contribuye a engrandecer la imagen de la bodega en todo el mundo...curiosidades del altruísmo.
Vista: Color ambarino de capa no muy oscura.

Nariz: Extraordinarios aromas torrefactos, madera vieja, tostados, ahumados, vainillas, almendra, notas de alcohol.

Boca: En bocas es amable con los frutos secos casi masticables, flores y una excelente acidez y paso por boca.

Es un vino espectacular. Realmente, si hay que gastarse 50 euros en un vino, a mí personalmente me gusta gastarlos en un vino así, de los de media tarde, o después de cenar, para disfrutar en la chimenea, leyendo,...