martes, 22 de julio de 2008

PAR Naranja

Bollullos PAR del Condado, capital de la D.O. Condado de Huelva, es una tierra cercana a las marismas de Doñana. Sus vinos, en cambio, poco tienen que ver con sus vecinos de Sanlúcar de Barrameda, o incluso Jerez, entre otros motivos porque a ellos no les llega el aire de la Bahía de Cádiz, responsable principal del velo de flor fundamental en la elaboración de manzanillas y jereces. Optan, por tanto, por la elaboración de blancos jóvenes y frescos, que puedan acompañar con elegancia tanto a la gamba de Huelva, como al atún de almadraba de Barbate, y por vinos dulces, aprovechando el sistema de pasificación por soleado (es decir, secando las uvas al sol, algo que por la zona no falta). Al dejar que la uva se pase, se consigue aumentar la cantidad de azúcar por gramo de uva, y elaborar así un vino dulce de forma natural.
También elaboran vinos olorosos y generosos, como los Condado Pálido y Condado Viejo, de los que hablaremos otro día. Hoy toca hablar del PAR Naranja.

Uno de los frutales que más se han plantado por toda la zona oeste de Andalucía (Sevilla, Cádiz y Huelva), ha sido el naranjo, que podemos apreciar como árbol de ornamentación en muchas de las calles de los pueblos, aunque se trate de una variedad cuyo fruto no es comestible: el naranjo salvaje.

En Bollulos tuvieron la ocurrencia de secar las cáscaras de esas naranjas al sol, y añadirlas al vino dulce durante el proceso de maceración, de tal forma que el resultado es el cada día más famoso vino naranja, o vino de naranja: un vino dulce, de uva Zalema generalmente (aunque también hay alguno de Pedro Ximénez), macerado con las cáscaras de la naranja amarga y envejecido en barricas de roble mediante el método tradicional de criaderas y soleras.

Hay distintas marcas de vino de naranja, pero la más reconocida, sin duda es el PAR Naranja de Bodegas Iglesias, uno de los elaboradores más comprometidos con su trabajo y de más proyección internacional, no en vino sus vinos se venden en más de cuarenta países por todo el mundo. ¿El precio? unos 14,20 euros la botella de medio litro, un precio más que competitivo para un vino único en su especie, puesto que no hay constancia de su elaboración en ninguna otra parte del mundo. En cuanto a sugerencias de degustación, muchos hablan de él como vino de postre acompañando al chocolate, que es quizás el maridaje más evidente, aunque desde bodegas Iglesias los recomiendan como aperitivo con jamón de pato o de cerdo ibérico. Yo recomiendo un buen jamón de pato.

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